PAULA GIBERT
Tengo la diversión como voluntad principal de este proyecto ya que pienso el juego como único espacio de resistencia actual. Así pretendo explorar los detalles de la cotidianidad y el poder de lo aparentemente trivial. En varios momentos del día se puede alterar esa cotidianidad haciendo gestos mínimos que hacen que alguna cosa aparentemente normal pase a ser divertida. Hacer un puzzle con una manzana, colocar cincuenta sillas alineadas para construir algo parecido a un puente o montar en bici por encima de las líneas de la carretera son ejemplos del tipo de cosas que me gustaría desarrollar y activar en Espacio Matrisoka.
Creo necesario recuperar el juego como espacio de resistencia. También como espacio común donde compartir y construir ideas. Organizar una estrategia para conseguir un objetivo compartido. El juego es una actividad que hacemos por ella misma, una actividad libre donde se acota un mundo creado por y para el juego. Es una actividad diferente a la vida cotidiana y suele transmitir una sensación entre tensión y alegría. La vida cotidiana es absorbente y el juego es el momento de paréntesis. Hay mil maneras de jugar pero la lógica del juego siempre rompe las reglas habituales. El juego se adapta a cualquier contexto. Las reglas del juego no son leyes, siempre pueden ser puestas en consideración entre quienes deciden jugar.